¿A qué nos referimos con dicho concepto? Hablamos de esa desafortunada ocasión en la cual algún cliente nos contacta porque presenta un problema sustancial que interrumpe sus operaciones por completo, puede ser algún equipo de cómputo que no enciende, un disco duro inaccesible, un servidor que no funciona, desconexiones de red, etc.

Por desgracia estos errores son un gasto extraordinario y representan un costo elevado por la cantidad de factores que deben adquirirse es importante que se tome en cuenta el costo de transporte, de los técnicos y/o equipo en caso de que sea necesario, el precio de la consulta extraordinaria y muy seguramente las piezas de refacción además de la elevada probabilidad de que el problema no se logré solucionar el en un tiempo breve pues no sabemos si exista una disponibilidad inmediata de todos los elementos antes mencionados y más allá del costo monetario inmediato, el factor de inactividad o que su información sea inaccesible pueden desencadenar costos mucho mayores.

¿Qué le proponemos?

A pesar de que las averías son impredecibles e inevitables, es posible reducir las posibilidades de que cualquier eventualidad ocurra. ¿Cómo? Mediante la correcta programación, diseño y aplicación de un plan de mantenimiento preventivo.
Los beneficios de dicha planeación serán los siguientes:

• Garantizar la disponibilidad de algún técnico de soporte
• La compra y cambio anticipado de las piezas que se pueda detectar se encuentran al final de su vida útil.
• Reducir el tiempo de inactividad del equipo, pues, se programará la atención para no impactar en la productividad.
• Mejorar la productividad general mediante la optimización de los equipos.

La mayor dificultad asociada a nuestra propuesta es llevar a cabo la aplicación del plan, ya que, se debe contar con un personal capacitado el cual dependiendo el tamaño de la organización podría ir desde un trabajador hasta un departamento y de confianza.